Prosistas Destacados en la Literatura Dominicana del Siglo XIX.
Después
del proceso de independencia de un pueblo la narrativa creada se cuanta como
propia de un país. Esto es, la producción literaria de sus ciudadanos. Entre
estos narradores destaca Antonio DelMonte y Tejada quien nació en Santiago de los Caballeros el 29 de
septiembre 1783 y muere en 1861.
“Antonio Del Monte y Tejada escribió
en prosa magistral una historia de Santo Domingo: esfuerzo grande para su
tiempo, pobre en fuentes. Cuando deje de leerse como historia, podrá leerse
como literatura” (Pedro Henríquez Ureña).
Entre
sus obras destaca: Historia de Santo Domingo, Santo Domingo, 4 vols., 1890-92,
XVI-319, 296, 292-XVI y 313 págs. (Publicada por nuestra Sociedad Literaria “Amigos
del País”. En la Habana había aparecido únicamente el primer volumen, en 1853).
(Llorens, 1987).
ALEJANDRO ANGULO GURIDI (1822-1906)
Entre
sus obras destacan: Observaciones sobre la reorganización política, Santiago de
los Caballeros, 1957, 38 págs.- Santo Domingo y España, Nueva York, 1864, 52
págs. (Contra la anexión. Acerca del mismo tema publicó también por entonces
numerosos artículos en la prensa de Caracas).-El triunfo liberal. Canto épico al ilustre americano A. Guzmán
Blanco, Caracas, 1874, 11-51 págs.- Temas
políticos. Examen comparativo-critico de las Constituciones de
Hispano-América, el Brasil y Haití. Santiago de Chile, 1891, 2 tomos, 497 y 475
págs. (págs., 39-40)
ULISES FRANCISCO ESPAILLAT
(1823-1878)
Su
educación literaria parece haber sido más Francesa que castellana. Su prosa
pertenece, desde este punto de vista, al momento en que nuestra literatura,
como otras del continente, empezó a separarse del tronco ibérico para recibir
influencias de Francia a través de sus libelistas políticos y de sus grandes
escritores. La prosa de Espaillat conserva, a pesar de cuanto arriba se afirma,
lazos espirituales muy estrechos con lo más noble de la cultura hispánica. (Balaguer,
1971).
Juzga
el autor Balaguer en su ensayo de “Los Próceres Escritores” que Espaillat
pertenece a los escritores que poseen, no el arte grande y rico de la
composición elocuente o de las creaciones superiores, sino el más pequeño, pero
tal vez más difícil, de quienes saben convertir una fruslería en un motivo de
interés y en una obra amena. Cosas pueriles, aparentemente sin sustancia para
cautivar la atención o para servir de estímulo al discurso, pasan a ser en sus
manos pretextos para una disertación agradable sobre cuestiones de índole social
y política o sobre aspectos superficiales de la cultura humana.
Obras:
Escritos de Espaillat. Artículos,
cartas y documentos oficiales. Santo Domingo, 1909, XX-443 págs. (Edición hecha
por iniciativa de la sociedad “Amantes de la Luz” de Santiago de los
Caballeros, en la que se recoge lo más importante de la producción de
Espaillat. Preliminar de Federico Henríquez y Carvajal y proemio de Manuel de
J. Galván). (Llorens, 1987).
Destaca
Joaquín Balaguer en su obra “Los Próceres Escritores” que la elocuencia de
Merino no es corriente en la lengua castellana. El egregio prelado, orador de
estampa más bien clásica que romántica, no deslumbró a su auditorio con tropos rimbombantes
ni mostró nunca la menor preocupación por el número o por el énfasis del
discurso, casi siempre desprovisto en sus manos de despliegues eufónicos y de
movimientos orquestales. Ninguna de sus grandes oraciones contiene frases
altisonantes ni hipérboles desorbitadas.
Obras:
Elementos de geografía física, política e histórica de la República Dominicana,
Santo Domingo, 1868. Hay dos ediciones posteriores, la última de 1898, 184,
págs.-Obras. Colección de algunos de sus trabajos oratorios, literarios,
religiosos y políticos. Santo Domingo, 1906, 289 págs. (Prólogos de Arístides
García Gómez y Manuel A. Machado).
Argumenta
Vicente Llorens en su antología de la prosa dominicana que la labor realizada
por José Gabriel García en la reconstrucción de nuestra historia nacional fue,
por más de un concepto, verdaderamente extraordinaria, y sólo pudo llevarla a
cabo, por otra parte, quien, como él, estaba poseído de un gran fervor
patriótico. De “padre de la historia dominicana” le ha calificado don Américo
Lugo, al mismo tiempo que reivindicaba sus condiciones de escritor, no tan
ausentes de su obra como ha solido creerse.
Obras:
Compendio de la historia de Santo
Domingo. Primera edición, Santo Domingo, 1867, 300 págs.; segunda edición en 2
vols., Santo Domingo, 1879-1882, 288 y 326 págs.; tercera edición, Santo
Domingo 1893-1894-1900, 370, 370 y 556 págs.- Breve Refutación del informe de
los comisionados de Santo Domingo dedicada al pueblo de los Estados Unidos,
Curazao, 1871, 22 págs. (Opúsculo contra el proyecto de anexión a Norteamérica,
firmado por varios dominicanos).-Rasgo biográficos de dominicanos célebres.
Primera serie (única publicada), Santo Domingo, 1875, 191 págs.-Memorias para
la historia de Quisqueya. Tomo I (único publicado), Santo Domingo, 1876, 260
págs.-Partes oficiales de las operaciones militares realizadas durante la
guerra domínico-haitiana, recopilados y ampliados con notas. Santo Domingo,
1888, 46 págs.-Guerra de la Separación dominicana. Documentos para su historia,
coleccionados y ampliados con notas, Santo Domingo. 1890, 76 págs. (Ampliación
del folleto anterior, todo ello recogido ahora en la obra Guerra
dominico-haitiana. Documentos para su estudio. Selección de E. Rodríguez
Demorizi, Santiago, R. D.1944).-Controversia histórica entre “El Teléfono” y
“El Eco de la Opinión”, Santo Domingo, 1891 99 págs. (Polémica en torno a
Santana sostenida en 1889, desde las columnas de “El Teléfono”, con Manuel de
J. Galván, en “En el Eco de la Opinión”).- Coincidencias históricas, escritas
conforme a las tradiciones populares. Santo Domingo, 1891, 46 págs.- Nuevas
coincidencias históricas, Santo Domingo, 1892, 22 págs.- El lector dominicano,
Santo Domingo, 1894, (Libro escolar con selección de autores nacionales).-
Colección de los tratados internacionales celebrados por la República
Dominicana, Santo Domingo, 1896, 183 págs.- Historia moderna de la República
Dominicana, Santo Domingo, 1906, 292 págs. (Continuación del Compendio. Llega
hasta 1876).
Entre los trabajos no recogidos en
volumen, merecen recordarse la citada biografía de Meriño, los comentarios a la
Historia de la dominación y última guerra de España en Santo Domingo de González
Tablas, en la “Revista Científica” (1844) y la campaña contra Heureaux en el
“Eco de la Opinión” (1886).
Han
quedado inéditos: la segunda parte de los
Rasgos biográficos de dominicanos célebres, el principio de una geografía
histórica de la República Dominicana, y abundantes notas, apuntes y documentos
históricos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario